Memoria: Felices 44 años. pero recordemos los negros 21

Hoy, para el Pueblo, es un día a celebrar. Para una parte de nuestro mismo Pueblo, esta fecha está cargada de una contradicción enorme en pena y alegría. Lamentablemente, la memoria popular aún no termina de dar el peso que se merece a la conmemoración del aún impune incendio de la discoteque Divine.

Las fletas y las colas siempre hemos sufrido el intento de aplastarnos y hacer callar nuestras voces chillonas y nuestra cultura amariconada. Y más todavía a las colas pobres, a esas que siguen relegadas por los gay amononados y limpiecitos que dicen representarnos, con sus promesas de matrimonio e igualdad. De qué le sirve un contrato de regulación de bienes a una cola que lucha por vivir y sobrevivir sin plata? Son estas mismas colas quienes en el olvido fallecieron en una noche donde podían soltarse las trenzas y mostrarse enteras sin el aire machista y homofóbico que cubría y cubre nuestras ciudades.

Mientras celebramos el aniversario del triunfo de la Unidad Popular, quienes tenemos en la memoria a nuestrxs compañerxs fallecidxs observamos este día lleno de contradicciones. Celebramos la fecha del triunfo truncado de un país esperanzado, en  lucha por arrebatarle su dignidad robada a los poderosos de siempre. Una fecha en la cual, por allí en el 93, luego de que Allende muriera anunciando la eventual apertura de las grandes alamedas, luego de la brutal dictadura y con la esperanza puesta en los supuestos herederos del socialismo que clamaban por una alegría que todavía no llega. Ese 4 de septiembre tapado por la (in)Justicia de este país, por su hipocresía y su homofobia latente, esa fecha donde muchos se jactaban entre risas de el funesto hecho, que “los maricones se lo merecían”, que “qué bueno, así hay menos maricones”. En ese 4 de septiembre se incendió (o incendiaron, como muchxs creemos) la Divine, el pequeño refugio y a su vez bastión de resistencia contra el repudio de toda una sociedad. Es ese evento que merece un gran espacio en nuestra memoria, al igual que el triunfo de las esperanzas del pueblo hace ya 44 años.

La Izquierda chilena ha sido bien selectiva en las causas que apoya. Hace 21 años pocos eran quienes alzaban la voz por la oveja rosada, hermana sometida del machote chileno. Hoy hacemos un fuerte llamado a tomar la igualdad de género, de TODOS los géneros, de todas las sexualidades, como una lucha seria y necesaria, con compromiso y acción más allá del simple reconocimiento. No basta con ser un aliado, no basta con declararnos seres humanos, sólo en la lucha consciente y cotidiana podemos elevar el respeto que tanto se merecen y por tanto tiempo le ha sido negado a nuestras colas muertas.


Desde Tacones de Matthei, un pequeño aporte a la Memoria